A los objetos cósmicos les gusta viajar en grupo. Las lunas están en órbita alrededor de planetas, los planetas giran alrededor de estrellas y las galaxias a veces se encuentran en órbita alrededor de otras galaxias.
Nuestra galaxia se llama la Vía Láctea. Es un amasijo gigantesco de estrellas, polvo cósmico, gas y otras cosas. Se piensa que unas 50 galaxias más pequeñas están en órbita alrededor de nuestra galaxia, aunque sólo podemos ver dos sin telescopio. Son las llamadas Gran Nube y Pequeña Nube de Magallanes.
Aunque podemos verlas sin telescopio, el estudio detallado de las Nubes de Magallanes siempre ha sido difícil porque abarcan un área muy grande del cielo. Intenta ver un edificio entero a través de unos prismáticos y entenderás el por qué.
Con un nuevo telescopio espacial, finalmente hemos sido capaces de ver a nuestras vecinas galácticas con un detalle fabuloso y hemos descubierto algo muy interesante: las dos galaxias parecen estar conectadas por un puente cósmico.
El puente, hecho de estrellas y gas cósmico, ocupa 43 000 años-luz de espacio (¡cuatro veces más que la longitud de la propia Gran Nube de Magallanes!).
Este “puente” está formado al menos en parte por estrellas que han sido sacadas de la Pequeña Nube por la Gran Nube. Esto puede haber ocurrido hace unos 200 millones de años, cuando las galaxias enanas pasaron relativamente cerca una de la otra.
El resto de estrellas y gas podría haber sido extraído de la Gran Nube de Magallanes por nuestra Galaxia, la Vía Láctea. ¡Es casi como una madre dando una lección a sus hijos por pelear por sus juguetes!
La imagen de arriba muestra el arco de la Vía Láctea cruzando el firmamento. Debajo puedes ver las dos galaxias enanas; la mancha más brillante de la Gran Nube de Magallanes y la Pequeña Nube de Magallanes, más débil, debajo.
¡El nuevo telescopio espacial ha revelado también que la Gran Nube de Magallanes es cuatro veces mayor de lo que pensábamos!