Igual que todas las buenas historias, la vida de una estrella tiene un principio, una mitad y un final.
Las estrellas más masivas acaban sus historias del modo más dramático. Iluminan el cielo con una explosión que es suficientemente brillante como para eclipsar a una galaxia, y tan violenta que manda los interiores de la estrella volando al espacio. Cuando por fin el polvo se deposita, todo lo que queda es el núcleo colapsado de lo que en el pasado fue una poderosa gigante cósmica.
Estas explosiones son llamadas supernovas. Durante años, miles de ellas han sido observadas y estudiadas por astrónomos como Iair Arcavi. Así que cuando Iair observó una supernova en 2014 no le dio más importancia. Como todas las demás supernovas, ésta iluminó el cielo nocturno por poco tiempo antes de empezar a perder brillo. Dado que el fenómeno parecía estar llegando a su conclusión, Iair pasó a otros proyectos.
Pocas semanas después Iair volvió a comprobar la pérdida de brillo de la estrella y quedó asombrado al ver que estaba aumentando de brillo. Increíblemente, la estrella parecía que había explotado por segunda vez.
Durante los dos años siguientes Iair y su equipo observaron con estupor mientras esta estrella rompía todos los récords. Durante 600 días la estrella aumentó de brillo y se debilitó cinco veces, ¡estaba explotando una y otra vez! Y todavía más, al examinar el pasado de la estrella se reveló que había explotado una vez con anterioridad, hace más de 60 años.
Así pues, ¿qué está ocurriendo? La verdad es que nadie lo sabe realmente. La mejor hipótesis es que las explosiones no están siendo producidas por el colapso de la estrella, como en una supernova normal. En cambio, esta estrella empezó a crear una sustancia extraña llamada “antimateria”. Cuando la antimateria tocó la materia normal de la estrella, se produjo una potente explosión. Esto permitió a la estrella estallar una y otra vez.
Pero, como todas las buenas historias, el cuento de esta estrella ha llegado al final. Tras 600 días, la pobre estrella, exahusta, no pudo continuar con su espectáculo de fuegos artificiales cósmicos. Tras una última explosión, empezó a apagarse para siempre…
La estrella que explotó era por lo menos 50 veces más masiva que nuestro Sol, probablemente mucho más grande. ¡Podría ser la supernova más masiva jamás observada!