En la década de 1980, la nave espacial Galileo pasó por la Tierra de camino a Júpiter. El acercamiento nos proporcionó una oportunidad única de utilizar instrumentos potentes para buscar señales de vida en el planeta que es nuestro hogar. Señales que podrían ser también visibles en otros planetas con vida.
Mientras miraba la Tierra, la nave Galileo sí detectó señales obvias de vida. Áreas de praderas y bosques se veían absorbiendo una gran cantidad de luz visible (ésta es la luz que nuestros ojos pueden ver). Esto es porque las plantas absorben luz y la convierten en energía para sobrevivir.
Pero hay tipos de luz que las plantas de la Tierra no absorben, como el infrarrojo (un tipo de luz que es invisible para nuestros ojos). Esto es porque la primera planta viva de la Tierra creció bajo el agua.
El agua del mar absorbe rápidamente la luz infrarroja, mientras que la luz visible puede penetrar a mayor profundidad en el océano. Por tanto, estas plantas evolucionaron para sobrevivir con la luz visible que les podía llegar bajo el agua - una característica que perdura hasta hoy en día.
Cuando buscan vida en otros planetas, los científicos a menudo miran cerca de estrellas enanas rojas, que son el tipo más común de estrella del Universo.
Las estrellas enanas rojas son más pequeñas y frías que nuestro Sol, y la mayor parte de la luz que emiten es infrarroja. Esto condujo a los científicos a pensar que los bosques y praderas de planetas en órbita alrededor de estrellas enanas rojas absorberían más luz infrarroja que las plantas de la Tierra.
Sin embargo, podría no ser ese el caso si estas plantas evolucionaron inicialmente bajo el agua, fuera del alcance de la luz infrarroja. Siempre que en el pasado crecieran bajo el mar, ¡las plantas de los planetas alienígenas podrían tener el mismo aspecto que las de la Tierra!
Las primeras plantas vivieron en la Tierra hace 3 mil millones de años. Hoy han evolucionado unas 400 000 especies diferentes de plantas. Poseen tamaños que van desde diminutas semillas a enormes árboles, más grandes que cualquier otro ser vivo.