Nuestro Sistema Solar tiene casi 5 mil millones de años de edad, que comparados con los 200 000 años que han existido los humanos, es como un abrir y cerrar de ojos. Así que, si no había nadie para ver el nacimiento de nuestro Sistema Solar, ¿cómo podemos averiguar el modo en que nuestro hogar cósmico apareció?
Una forma es mirar a otros sistemas solares cuando nacen. Considera el sistema solar de esta fotografía, por ejemplo. Se parece mucho a nuestro Sistema Solar cuando era un bebé.
La estrella del centro es de tamaño parecido al de nuestro Sol y hay incluso indicios de la presencia de un planeta gigante de gas. (Nuestro Sistema Solar tiene cuatro gigantes de gas: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno). Pero es el borde exterior del joven sistema lo que más se parece a nuestro hogar cósmico.
Cuando nuestro Sistema Solar se formó estaba abarrotado con billones de helados visitantes rocosos, llamados cometas. La mayoría de los cometas cercanos al Sol fueron destruidos. O bien chocaron contra uno de los planetas o lunas, o bien fueron lanzados al espacio por la poderosa fuerza de gravedad de Júpiter.
Pero al borde mismo de nuestro Sistema Solar todavía existe un enorme anillo, compuesto por millones de cometas helados que giran alrededor del Sol. Se llama Cinturón de Kuiper. Plutón está dentro del Cinturón de Kuiper, junto con otros pocos planetas enanos.
Nuevas imágenes de este joven sistema solar han revelado un anillo alrededor de la estrella nodriza, del mismo tamaño que el Cinturón de Kuiper. Y precisamente como en nuestro Sistema Solar, ¡probablemente contiene partículas heladas y de polvo también!
Ésta es la mejor imagen que jamás hemos conseguido de lo que las lejanas regiones de nuestro Sistema Solar podrían haber sido cuando era muy joven.
La primera misión al Cinturón de Kuiper y más allá pasará por Plutón en julio de 2015. Se llama New Horizons.