El telescopio espacial Hubble nos está ayudando a entrar en el espíritu de la Navidad con esta nueva foto espacial colorida. Los remolinos de gas bailando por la fotografía parecen precisamente un brillante lazo en el espacio, ¡similar a los que envolverán tus regalos de Navidad en menos de dos semanas! Ahora voltea la imagen alrededor de tu cabeza y parece una "S" gigante - ¡de Santa!
Lo que estamos viendo realmente en esta increíble fotografía es una nebulosa planetaria: una brillante nube de gas y polvo. Además de ser hermosas de ver, estas estructuras resplandecientes también nos muestran el destino futuro de nuestro Sol (la estrella en el centro de nuestro Sistema Solar).
En unos cinco mil millones de años, el Sol pasará a una nueva fase de su vida: la fase de gigante roja. Cuando al Sol finalmente se le acabe el combustible disponible, se hinchará como una estrella gigante roja, con cientos de veces su tamaño actual. Con unas dimensiones tan grandes, empezará a perder control de sus capas más exteriores, que finalmente expulsará al espacio. El gas y el polvo arrojados por la estrella formarán una nebulosa asombrosa. Así es cómo se formó también la nebulosa planetaria de esta foto.
Para hacerte una idea de lo grande que es la nebulosa de la imagen, piensa esto: ¡cada diminuto nódulo de material es del tamaño de nuestro Sistema Solar! Y aunque la estrella del centro de la nebulosa es del tamaño de la Tierra, parece sólo un diminuto punto de luz en el centro de la foto. ¿Puedes verla, envuelta en el lazo de gas y polvo, como un regalo de Navidad?
hablando de Navidad, ¿has oído hablar de la "Estrella de Belén" de la historia de la Natividad? Los cristianos creen que fue un objeto brillante que anunció el nacimiento de Jesucristo. Bien, tanto si eres religioso como si no, podrías estar interesado en saber que los astrónomos piensan que han descubierto exactamente qué fue este faro bíblico - ¡Júpiter y Venus! Ambos planetas habrían lucido extremadamente brillantes sobre Oriente Medio la noche del legendario nacimiento de Jesús. ¿Quién dice que la ciencia y la religión no se llevan bien?